Después de esta larga temporada en donde todos los artículos han hecho referencia o bien a obras o a toques, creo que ha llegado el momento de volver un poco a la historia, que aunque reciente también considero que debe quedar documentada, siendo este artículo como el título indica referente a la electrificación de las campanas del convento.
Esta electrificación ha sido muy lenta y pausada en el tiempo, ya que se puede considerar que la comenzamos en 1990 con el montaje de los nuevos yugos, primeramente para la campana antigua, inmediatamente después a las nuevas y por supuesto en el nuevo campanario, concluyéndola en el 2003 con la colocación del último motor. Esta lentitud es debida, como ya he narrado en algún otro artículo, a la falta de capital para estos menesteres, teniendo que realizar la mano de obra y la adquisición de los materiales la mayoría de las veces por nuestra cuenta. A continuación desglosaré las distintas etapas o fases en las que fuimos realizando los diferentes montajes:
1º Como ya narré en el artículo de la historia de las campanas del convento, cuando en los meses de marzo y abril de 1990 fabricamos los nuevos yugos, ya en ellos insertamos piñones para cadena de media pulgada en los ejes de estos, para en cuanto tuviéramos la posibilidad, proceder a colocarles motores para volteo. Puede por ello considerarse este como el primer paso de la electrificación.
2º Durante los meses de septiembre-octubre de ese mismo año 1990, fabricamos los martillos de repique con unas bobinas electroimán que adquirimos junto a las campanas nuevas de los hermanos Portilla. Esta fabricación la realizamos en un pequeño taller que tenemos situado a la mitad de la altura del campanario de la parroquia, siendo en este pequeño local donde realizamos normalmente las tareas de reparación de los mecanismos averiados referentes a campanas, como por ejemplo: Circuitos eléctricos, soldaduras, rebobinados etc.
3º A principios de noviembre de ese 1990, con los martillos ya montados pero sin instalación eléctrica, sin cuadro de contactores y por supuesto sin cuadro de maniobra, con tan solo una alargadera y cuatro trozos de manguera eléctrica, colocados provisionalmente, conseguimos recuperar un toque extinguido en el convento desde principios de los 70; el toque del ángelus. En un rincón del campanario colocamos un simple interruptor horario y un precario mecanismo casero para dar los impulsos eléctricos a los martillos. Todo el resto de toques y volteos se seguían realizando a mano.
4º El siguiente año 1991, en los meses de septiembre-octubre, procedimos a fabricar el cuadro de maniobras, el cuadro de contactores y parte de la instalación eléctrica:
(A) El Cuadro de maniobra: Éste lo colocamos en la sacristía y lo realizamos de madera de pino con un conjunto de pulsadores, interruptores, pilotos indicadores e insertando también en él el interruptor horario (que estaba provisionalmente en un rincón del campanario) de manera que fuera simple y sencillo su manejo, realizando él ya los toques de Ángelus, señales de difuntos y repiques de Misa, rosario etc. Pero sin volteos
(B) Cuadro de contactores: Este cuadro lo situamos en la misma sala de campanas, siendo el encargado cuando recibe los impulsos eléctricos del anterior cuadro de maniobras de accionar los martillos y posteriormente motores de volteo. La adquisición de estos contactores la hicimos buscando maquinaria antigua y en desuso, y viendo que estas piezas estuvieran en buen estado.
(C) Cableado eléctrico: Primeramente hicimos el cableado en la sala de campanas siendo todas las líneas que van del cuadro de contactores antes citado a cada martillo y motor. También hicimos la instalación que va desde la sacristía hasta el pie del campanario, dejando para otra ocasión lo que es toda la subida de la torre, que desde entonces y hasta hoy 2011 está funcionando con cuatro mangueras provisionales (habrá que hacerse el ánimo y terminarlo)
5º En el mes de marzo de 1993 colocamos el primer motor de volteo a la campana segunda “S. Francisco de Paula”. Para recuperar la tradición existente aquí en Castalla, de que las Misas de domingo o de fiesta de precepto se anuncian con un volteo al segundo toque con la campana segunda, pensamos que teníamos que hacer lo que fuera para que esta campana ya pudiese voltear. Para este montaje cogimos un reductor roto y retirado de las campanas de la parroquia y procedimos a soldarle el piñón del sinfín, pensando que como esta campana era de una dimensión reducida en comparación a la que antes llevaba, no nos daría demasiados problemas. El siguiente paso era conseguir un motor para acoplarlo a este reductor y al final decidimos extraerlo de una bomba de agua averiada. (Con estas actuaciones o mecanizaciones ya teníamos dos tipos de toques recuperados, faltándonos el acoplar motores a las otras dos campanas existentes, la pequeña y la mayor).
6º Como teníamos la inquietud y el propósito de seguir avanzando en esta mecanización para recuperar los volteos generales festivos que de momento aún no se realizaban, salvo en muy contadas ocasiones por realizarlos manualmente, pensamos en realizar una prueba por si conseguíamos hacer voltear también la pequeña “S. Esteban”. Para esta actuación desguazamos una lavadora en desuso y le extrajimos el motor, fabricándole el reductor con tres piñones. Teníamos serias dudas de que este motor consiguiera voltear la campana, y la verdad es que si que se consiguió, aunque en el arranque le venía muy justa la fuerza para levantarla.
7º En el año 1997, el reductor que soldamos para la campana segunda se volvió a romper, ante la decisión de volverlo a reparar o no, el cura párroco D. Antonio Pérez se inclinó porque comprásemos uno nuevo para garantizarnos unos cuantos años sin problemas. Así lo hicimos, compramos un motor reductor de ½ cv de potencia, costándonos 52.000 ptas en ferretería Pechman aquí en Castalla.
8º En el año 2002, después de restaurar las campanas de la parroquia, uno de los motores retirados que se encontraba en bastante buen estado pasamos a colocárselo a la campana grande “Sagrado corazón de Jesús”, teniéndolas ya en este punto las tres mecanizadas.
9º En ese mismo 2002 tal y como ya narré en la historia de las campanas del convento instalamos en el campanario la campana de San Pascual “Mare de Deu dels Dolors”. Al ser una campana de reducidas dimensiones volvimos a tener dudas de que motor colocarle, a lo que el párroco Juan Carlos Ferri nos indicó que no tonteásemos con chismes viejos y que lo colocáramos nuevo. Él personalmente se fue a Murcia a un almacén de motores y reductores donde nos afirmó Rubén Palacios que resultaban muy económicos, llamado Corbalán. El motor-reductor en cuestión es de ¼ de cv de potencia y costó tan solo 145 €.
Después de la colocación de este motor, ya habíamos conseguido tener las cuatro campanas completamente terminadas y en perfecto uso a falta, como ya he narrado anteriormente, de la instalación de la subida de la torre que a fecha de hoy sigue con cuatro mangueras provisionales.
10º Como tras la colocación de esta campana ya eran cuatro las existentes, el cuadro de maniobra fabricado en 1991 se había quedado insuficiente porque estaba preparado para tres, por ello ante la duda de fabricar uno nuevo adaptado para las cuatro campanas o instalarle un ordenador, el párroco D. Juan Carlos Ferri se inclinó por lo segundo, principalmente por tener mucha más variedad de programaciones, teniendo un coste de 600€.
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