sábado, 18 de junio de 2011

RESTAURACIÓN DEL CAMERINO DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD









Tal y como me comprometí con el anónimo que me pidió que escribiese sobre el motivo por el que la Patrona no subió a la ermita el pasado 5 de junio, fecha en que en condiciones normales se hubiera debido realizar esta procesión, voy a narrar la actuación que se está llevando a término en el camerino de la Virgen de la Soledad  en esta primera fase de su restauración.





Según consta en el libro Crónica de Castalla de María Luisa Torró, el 14 de Mayo de 1752 comenzaron las obras del camerino de la Patrona, terminándose a finales de agosto de 1757. Los dorados de las molduras y resaltes fueron realizados por Francisco Mira de Monovar, y se supone que las pinturas al fresco también serían realizadas por él, permaneciendo durante estos cinco años que duraron las obras la Patrona en la parroquia.





Estas pinturas realizadas al fresco son siete escenas referentes a la Virgen, concretamente los denominados “los siete dolores”por la afinidad existente entre la advocación de la "SOLEDAD" y la "DOLOROSA", y siendo estos los siguientes:



I   La presentación de Jesús en el templo.





II  La huida a Egipto.







III El niño perdido y hallado en el templo.








IV Encuentro de Jesús con su Madre en la vía dolorosa.









V  La crucifixión.








VI El descendimiento de la cruz.







VII El enterramiento en el sepulcro.






En esta primera fase de restauración, que comenzó pasada la Semana Santa de este 2011 y que probablemente concluirá en el mes de agosto, engloba la limpieza y restauración de estos siete frescos por la acumulación de polvo, humos y suciedad en sus 254 años de existencia, siendo Manuel de Aspe el encargado de esta restauración  y afirmando éste que son de una gran calidad “una auténtica obra de arte”, no pudiendo por tal motivo subir la Patrona hasta la conclusión de esta primera fase. La segunda fase consistirá en la restauración del piso del camerino, comenzándose en septiembre y estando prevista su conclusión hacia Navidad, por ese motivo la  Virgen en vez de subir a la ermita volverá otra vez a la parroquia en la última procesión de las fiestas de moros y cristianos.









Además de en ese período de la construcción del camerino donde permaneció durante cinco años en la parroquia, también se tiene constancia que durante las obras realizadas en la ermita por D. Toribio Sellés  estuvo largos periodos de tiempo en la parroquia, intentando respetar al máximo lo que son sus traslados y procesiones, llegando en alguna ocasión en ser subida el día 31 de agosto, para el día siguiente volver a ser bajada en la tradicional procesión de “la baixa dels trons”.











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