martes, 31 de octubre de 2017

Toques para la Conmemoración de los Fieles Difuntos


                                  PEQUEÑA

La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada día de Difuntos,  y en valenciano día de "Ánimes", es una celebración cristiana que tiene lugar el día 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el purgatorio.

En la Iglesia Católica, para esta celebración se recita el Oficio de difuntos y las misas son de Réquiem, aunque el 2 de noviembre caiga en domingo. En España, Portugal y América es tradición que los sacerdotes celebren tres misas este día. Una concesión parecida se solicitó para todo el mundo al Papa León XIII, pero aunque no la concedió, sí ordenó un Réquiem especial en 1888.



                                          DEJUNI

 Hasta principios de los años sesenta, cuatro toques de difuntos diferentes eran los que se efectuaban aquí en Castalla, imagino que igual o similar que en otros lugares. Estos se realizaban en función del entierro que se solicitaba para el difunto, y este podía ser de primera, de segunda o de tercera, quedando el de primera especial, que se utilizaba solamente en este día de fieles difuntos; voy a continuación a desglosar en qué consistía y qué campanas intervenían en cada uno de ellos.

El de tercera: Este toque es el más lento de todos y se podría denominar como el más triste o fúnebre, y en él alternan las campanas dejuni, mitjana y mayor pero muy lentamente.



                 Detalle de toque de tercera

   
El de segunda: Este toque es el que se sigue utilizando en la actualidad, tanto en las señales como en todos los entierros y consiste en una alternancia de campanadas entre la dejuni y la mitjana y cada diez de éstas, una distanciada con la mayor.




   
                 Detalle de toque de segunda




El de primera: Este toque se realiza con las campanas dejuni y mitjana al medio vuelo sin intervenir ninguna campana más.






                  Detalle de toque de primera



El de primera especial: Este toque es similar al anterior, cambia en que después de un tiempo en esta alternancia al media vuelo entre la dejuni y la mitjana se une la mayor y transcurrido otro espacio de tiempo se paran las dos primeras quedándose solo la mayor al medio vuelo hasta el final del toque.


           
                 







           
                        Detalle de toque de primera especial



También existe un toque, que no he denominado antes, que es el de “albat” siendo el toque de difuntos de niño, que es un toque afortunadamente casi extinguido por ser muy pocos los niños que mueren en la actualidad en comparación a hace unos años. En este toque las campanas protagonistas son la pequeña y la dejuni, la primera voltea mientras la segunda toca lo que se denomina “el cel, cel, cel”, que es un intervalo de campanadas con combinación de una y dos sucesivamente.

En todos estos toques al principio y al final (exceptuando los medios vuelos por motivo de sus paradas) se realizan muy lentamente lo que se denominan “DRIANCS” que no es otra cosa que una sucesión de campanadas todas al mismo tiempo y que en función a su cantidad indican si el difunto es hombre, mujer, sacerdote, el obispo o el Papa etc.



                     PEQUEÑA Y DEJUNI AL VUELO




Después del Concilio Vaticano II se unificó en un solo tipo de entierro para todos, incluyendo los toques de campanas, concretamente aquí en Castalla se decidió utilizar el toque de segunda y por ello dejaron de realizarse el de primera especial, el de primera y el de tercera.
Tras la restauración de las campanas del 2002 pensamos que era una auténtica pena que esos cuatro tipos de toques que durante siglos se habían utilizado, dejaran de sonar para siempre, (exceptuando, claro está, el de segunda que se utilizaba para todo) por ello pensamos que se debían de recuperar los cuatro, pero eso sí, para todos igual sin distinción, por ello pensamos que se deberían utilizar de la siguiente manera:




                                        

                                      Detalle de toque de entierro medio vuelo tres campanas





 El de primera se utilizaría en los tres toques para todos los entierros, con la salvedad que al tener más campanas le unimos también la segunda pareciendo este toque el de primera especial.
 El de segunda para lo que son las señales del alba, mediodía y víspera (cuando hay algún difunto y antes del entierro)
El de tercera y primera especial (este último como siempre había sido)  sería para el día 2 de noviembre, conmemoración de todos los fieles difuntos y su víspera.


                                      MEDIANA

Después de unos años realizándolo así, volvimos a replantearnos la cuestión, ya que aquí en Castalla suelen realizarse entre setenta y ochenta entierros al años, que por tres toques implican  entre 210 y 240 medios vuelos, lo cual generaba en las cintas de las poleas un gran desgaste teniéndolas que cambiar con demasiada asiduidad, al tiempo que nos daba la impresión de que esto suponía un abuso para las campanas, por ello creímos conveniente dejar para todos los entierros como desde los años sesenta se había realizado el toque de segunda, realizándose ya el de primera especial, el de primera y el de tercera para el día de todos los fieles difuntos y su víspera. (No es lo mismo el golpe que recibe la campana con el badajo al medio vuelo que el que le da el electo mazo que tiene al lateral).



                         
                                          SEGUNDA

Desde antiguamente la costumbre de este toque de víspera del día de todos los fieles difuntos, esto es el día 1 de noviembre al atardecer, era realizar una larguísima señal a difuntos que duraba toda la noche y que poco a poco con el tiempo fue reduciéndose hasta quedar en apenas media hora que  dura en la actualidad. Durante esa noche era mucha la gente del pueblo que se acercaba para ayudar y relevar a los campaneros y entre tanto los monaguillos de la parroquia, revestidos como tales, iban por todo el pueblo pidiendo “la llimosneta pal quijalet” y que después se repartían con los campaneros para alimentarse en esa larga noche; singularidades de pueblo que aún se realizó hasta mediados de los años setenta. (Yo, personalmente, aún he actuado en las dos facetas, en la de monaguillo pidiendo la limosna y por supuesto en la de campanero, donde esta señal se había reducido a una hora tocándose a mano y ya sin relevo).
Este es un  día muy singular para las campanas, en el que tienen una gran actividad y protagonismo especial, invitandonos a recordar y rezar por todos aquellos que nos han precedido en esta vida; voy por ello a continuación a enumerar los toques para este día.



                                        MAYOR


Día 1 de Noviembre “VISPERA”
Durante el día toques propios de “Todos los Santos” (narrados en la entrada anterior)
20.01 h. Ángelus parroquia, convento y ermita.
20.02 h. Parroquia: Señal difuntos de tercera (20 minutos)
               Convento: Señal difuntos de tercera (10 minutos)
21.01 h. Parroquia: Señal difuntos de primera (10 minutos)

                                   MAYOR




Día 2 de Noviembre
 “Conmemoración de todos los fieles difuntos”

08.01 h. Ángelus parroquia, convento y ermita.
08.02 h. Parroquia: Señal difuntos de primera (10 minutos)
               Convento: Señal difuntos de tercera (4 minutos)

08.30 h. Convento: 1º Toque a Misa con señal difuntos de tercera.
08.45 h.      “          2º Toque a Misa con señal difuntos de tercera.
09.00 h. Convento:: 3º Toque a Misa con señal difuntos de tercera.


13.01 h. Ángelus parroquia, convento y ermita.
13.02 h. Parroquia: Señal difuntos de primera (10 minutos)
               Convento: Señal difuntos de tercera (4 minutos)


19.30 h. Parroquia: 1º Toque a Misa con señal de difuntos de tercera.
19.45 h.        "         2º Toque a Misa con señal de difuntos de tercera.
20.00 h.        "         3º Toque a Misa con señal de difuntos de tercera.


                                     SEGUNDA

jueves, 19 de octubre de 2017

RESTAURACIÓN DE LOS CUADROS DE LA CRIPTA











               Nuevamente el artista local Guillermo Durá ha realizado una actuación de restauración en la ermita de Castalla, en esta ocasión han sido los lienzos que se hallaban en la cripta, pues se hallaban en un pésimo estado de conservación. Estos lienzos fueron cedidos por diversas familias de Castalla al párroco D. Toribio Sellés, pretendiendo éste aparte de evitar su pérdida el realizar un pequeño museo o exposición en la mencionada cripta.

              Es muy de agradecer la labor que este artista de Castalla está realizando en las obras pictóricas de la parroquia de Castalla, ya que además de invertir su tiempo en recuperar piezas prácticamente perdidas, ha querido correr él mismo con los gastos que esta restauración ha llevado tanto en los oleos como bastidores de los lienzos y algunos marcos.

              Todos los que habíamos visto los lienzos antes y después de su restauración hemos quedado realmente maravillados de cómo se ha podido pasar de un deterioro tan grande a quedar en perfecto estado. Ha sido un trabajo delicado, minucioso y muy complicado, llevando mucho tiempo su elaboración ya que se llevaron a su estudio en diciembre de 2016 y se recogieron en agosto de 2017. Próximamente serán recolocados en su lugar, estudiando la posibilidad de realizar una iluminación conveniente en la cripta y acondicionarla para que pueda ser visitada y quien lo desee pueda contemplar este formidable resultado. A continuación pongo el escrito con las valoraciones que el propio artista ha realizado sobre su actuación.










COLECCIÓN DE CUADROS DE LA CRIPTA DE LA  ERMITA


La colección de cuadros de la cripta  de  la ermita está formada por 12 lienzos pintados al óleo  y se inició  al finalizar  la última restauración de la ermita, realizada en la década de los años 70. La idea de  formar  una colección de cuadros correspondió al señor retor de Castalla, D.  Toribio Sellés  Calvo, que pensó que el espacio de la cripta era idóneo para colgar una colección de pintura. La colección de cuadros fue posible gracias  a la aportación   de los cuadros,  propiedad de diferentes familias   que  los  guardaban  en los domicilios particulares.

Los lienzos, de temática religiosa, carecen de firma y no es posible saber que artistas ejecutaron las obras y  en qué años se realizaron, pero por las conversaciones  con las personas de edad, se calcula que probablemente se realizaron a finales del siglo XIX o principios de XX. La información que nos ha llegado ha sido poco concreta, pero se sabe que los cuadros  se  pintaban por encargo  de los  particulares. Los lienzos están realizados por  varios artistas  que deberían trabajar asociados en un mismo taller. La calidad pictórica de los  lienzos  varía de unos  trabajos a otros.

  En el  estudio previo a la intervención se pudo apreciar  que los  lienzos se encontraban en un lamentable estado  de  deterioro, debido a la mala conservación y  lamentable manipulación a la que habían sido sometidos. Algunas obras tenían  rotos  los bastidores y los marcos, la gran suciedad de polvo, cera,  manchas de yeso y restos de pintura blanca impedían hacer una valoración exacta  de las obras . Algunos lienzos habían sufrido grandes golpes que habían perforado el lienzo. Las pérdidas de la capa pictórica  era notable en algunos cuadros, así como la pérdida de la imprimación del lienzo,  lo que  provocó el desprendimiento  de la pintura en incontables pequeños puntos, repartidos por toda la superficie de los lienzos. La mala calidad de los materiales utilizados en la realización de los cuadros acentuó  el deterioro de las obras  con el paso de los  años.

Los trabajos de recuperación se realizaron sobre  el conjunto de cada  obra, incluidos los marcos y bastidores, ya que   los diferentes elementos que componen los lienzos  se encontraban muy deteriorados.

  Los trabajos se realizaron en tres fases:

  Se restauraron los marcos y se  sustituyeron por otros nuevos   los que se encontraban  en estado de imposible  recuperación. Finalmente se  trataron con anti carcoma los marcos que se encontraban afectados.

 Se fabricación  nuevos bastidores  para los lienzos que se encontraban con el soporte roto.  Se efectuó la colocación de doble tela para los lienzos que lo precisaban  y se parchearon   las roturas de los lienzos.

 Por último se reintegró  la capa pictórica perdida, empleando el método ilusionista (o de imitación).
La  colección de lienzos  de la cripta de la ermita  es un  reflejo de la cultura popular de una época en la que el profundo sentimiento religioso de los habitantes  de Castalla les hacía  sentir un gran aprecio y  valoración a la tenencia de imágenes religiosas, sobre todo si  estas representaciones tenían   un valor artístico, como eran los cuadros de pintura al óleo y  las imágenes de talla en madera.

 Los lienzos de esta colección,  aunque no sean de  un gran valor artístico,   tienen el valor representativo  de una época en la que el Arte Sacro tenía una alta valoración y formaba una  parte esencial en la devoción popular.

La recuperación del Arte Sacro   permitirá conservar el arte que albergan nuestros templos y transmitirlo a las futuras generaciones como un preciado legado histórico-artístico.

Guillermo Durá Gisbert