El día 2 de septiembre es el día que se conmemora aquí en Castalla a
nuestra Patrona la Virgen de la Soledad Gloriosa, por ello en este día es
procesionada su imagen en la singular procesión del “Passeig”. De las seis
procesiones que tiene durante el año, ésta puede considerarse la procesión por
excelencia, por ser la única que es paseada por la población como Patrona,
cantándole los gozos en las diferentes paradas que se realizan. Cierto es también, que no es de las más multitudinarias en cuanto
asistencia o devocionales, llevándose la palma en este aspecto la del Domingo
de Pascua de Resurrección, “Procesión del Encuentro”.
Por este motivo el 2 de
septiembre, aquí en Castalla ha sido reconocido siempre este día como el “DÍA
DEL PASSEIG” haciendo referencia como he mencionado a esta procesión, aunque
desde hace un par de décadas se está sustituyendo esta nomenclatura por “primer
día de trons”, por los alardos y guerrillas que se realizan es este día por el
disparo de arcabucería, no siendo esto ni siquiera cierto, pues precisamente el
día 1 es bajada desde la ermita acompañada por el disparo de salvas de
arcabucería. (En mi opinión es una pena de que dejemos perder nuestra
tradicional y singular nomenclatura de los días de fiestas, para copiar la de
otros pueblos cercanos)
Después de juntarnos todos los que
realizamos el pasado año 2012 los volteos de campanas manuales, convenimos que sería
interesante comenzar como tradición en este 2 de septiembre, por ser el día de
la patrona, realizar el volteo general de mediodía manualmente, como antes de
ser las campanas electrificadas.
Cuando subimos para tal fin,
nada más llegar, nos llevamos el primer susto, pues comprobamos que el badajo
de la campana mayor estaba algo ladeado por habérsele partido un lateral del
asa de amarre. Pensamos en un principio realizarlo sin ella y procedimos
seguidamente al toque del ángelus que fue rezado por el seminarista Rubén Lillo
para acompañar el toque de campanas.
Seguidamente comenzamos los
volteos con las campanas “dejuni “ y “mitjana”, realizando distintas
alternancias entre ellas, para seguidamente unirse la campana “segon”, la que
después de cinco o seis vueltas nos dio el segundo susto, pues a ésta se le
partió el asa de amarre del badajo completa, quedándose colgado únicamente por
el cable de seguridad, por lo que seguidamente tuvimos que parar el volteo.
En el mismo campanario,
antes de bajar, tuvimos una deliberación para ver qué solución le podríamos dar,
pues nos encontrábamos inmersos en plenas fiestas patronales siendo esa misma
tarde la procesión del “Passeig”. Mi propuesta fue sustituir los badajos rotos
por los antiguos de “Portilla” y transcurridas las fiestas proceder a su
reparación. A la mayoría de los presentes no gusto esta idea, afirmando que las
campanas sacarían menor sonoridad por ser badajos más reducidos y de mucho
menor peso y que esa tarde para la procesión sería de una gran pobreza sonora que
las campanas no estuvieran rindiendo en todo su esplendor (justamente las dos
mayores)
Algunos de los presentes
afirmó que nuestro regalo a la Patrona en este día, “su Día”, sería juntarnos
después de comer y proceder a su desmonte, reparación y tenerlos colocados
nuevamente para el inicio de la procesión, y así lo hicimos, habiendo algunos
de los colaboradores que estuvo durante todo el tiempo vestido con el traje de
festero, siendo para mí un caso excepcional pues nunca había tenido en el
taller ayudantes con esta indumentaria.
Después de tener los badajos
ya soldados, nos esperamos un poco para que las soldaduras enfriasen, y
proceder para darles una mano de pintura y así evitar su corrosión. Sobre las 8
de la tarde, ya teníamos los badajos como nuevos y colocados en el interior de
las campanas, realizándose a partir de este momento todos los volteos con total
normalidad.
,
No hay comentarios:
Publicar un comentario