Ciertamente puede considerarse
que así fue. El hecho al que me refiero con este título no es otro más que la
re-bendición e inauguración de las obras de nuestro templo parroquial y sobre
el que quiero en unas líneas dejar constancia de cómo se desarrolló.
Primeramente quiero mencionar que
los días previos al acontecimiento fueron de auténtica locura, por ser
muchísimos los detalles, pequeños y grandes, que había que tener controlados,
pero como no podía ser de otra manera, fue un numerosísimo grupo de personas
las que se ofrecieron para colaborar, aportando para ello cada uno lo mejor de
sí mismos, para conseguir organizar un acto y un día a la altura de la ciudad
de Castalla.
Antes de nada quiero comentar que
además de la singularidad del acto en sí, otro hecho muy significativo es digno
de mencionar y resaltar. El hecho al que me refiero es que por primera vez, en
todos sus siglos de historia o al menos que haya constancia, la imagen de la
patrona en un mismo día haya estado en las tres iglesias de la localidad, esto
es: el convento, la parroquia y su ermita, precioso hecho y sin precedentes.
Todo comenzó con puntualidad
británica, a las 10 de la mañana un volteo general de campanas en las tres
iglesias, al unísono las once campanas, anunciaba la salida de la patrona desde
el convento hacia la iglesia parroquial, acompañada por multitud de feligreses,
corporación municipal, el párroco de Castalla, el de Agost, el sacerdote jubilado D. Francisco Berbegal, varios seminaristas
tanto de la localidad como de otras poblaciones, junto a los numerosos
componentes de la banda de música de la localidad, y llevada sobre los hombros de sus portadores "els majordoms". Sobre la mitad del
recorrido, a su paso por el ayuntamiento un nuevo volteo con tres
campanas “dejuni, mitjana y major” anunciaba su venida hacia la parroquia. En
este caso y exclusivamente durante el recorrido de la calle mayor se
silenciaron las campanas para resaltar la entrada de la virgen en la parroquia.
En el trayecto, en las puertas de
la casa abadía esperaba a la comitiva procesional el Ilmo. Sr. Obispo de la diócesis
D. Jesús Murgui, junto a su secretario personal, el anterior párroco de Castalla
D. José Abellán y parte del consejo parroquial. A la llegada de la imagen de la
patrona junto a la misma puerta de la casa abadía se detuvo ésta para incorporarse
y desde aquí presidir la procesión el mencionado Sr. Obispo hasta las mismas
puertas de la iglesia, las cuales permanecían cerradas para que precisamente
fuera la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad Gloriosa, patrona de
Castalla, la primera en acceder al templo parroquial recién restaurado.
Una vez la imagen de la Virgen en
la puerta, con la plaza de la iglesia, cuesta y calle mayor abarrotadas de
fieles, se adelanto el párroco D. Salvador Valls unos pasos para hacer una
simbólica llamada sobre la puerta, abriéndose éstas a continuación con lentitud
y solemnidad, para seguidamente acceder la imagen de la
patrona y ya en este momento ser lanzadas las cinco campanas al vuelo junto a
la banda de música tocando la marcha real, el órgano con sus registros al "tutti” y excepcionalmente
una campana que nunca había sonado en público, se trata de la campana
particular del campanero “Soledat Gloriosa” que con su espadaña portátil fue
llevada a la iglesia para esta ocasión. Al ritmo que la comitiva iba accediendo
a la iglesia, las luces de ésta se iban encendiendo, resultando lo que se
podría denominar una entrada "apoteósica".
Una vez colocada la imagen en su
lugar de costumbre comenzó la celebración de la solemne Eucaristía, donde al
principio de la misma bendijo el Sr. Obispo la iglesia parroquial por obra
menor, siendo amenizada por la coral parroquial. En la consagración se efectuó
el toque propio por consagración por Obispo, esto es, la campana mayor sola al
vuelo, pero en esta ocasión y también excepcionalmente realizó los tres toques
por elevación la campana antes mencionada que se encontraba situada con su
espadaña portátil a la derecha del altar mayor.
Una vez concluida la celebración
eucarística, sobre las 12.15 h. nuevamente la imagen de la patrona salió en
procesión para dirigirse en este caso a su ermita, donde un volteo de las cinco campanas de la parroquia más la del campanero lo anunciaban, acompañada igualmente que en
su traslado a la parroquia por clero, autoridades, fieles y banda de música,
donde a su llegada un nuevo volteo general de campanas anunciaba su entrada y
conclusión de los actos.
En mi opinión, creo que puede
considerarse este día como una similitud más del contradictorio título de
nuestra querida patrona “Soledad Gloriosa”, ya que al igual que su Soledad de
Viernes Santo culmina con la Gloria del
Domingo de Pascua, con el Encuentro con su Hijo Resucitado, podríamos decir que
todo este año de esfuerzos, sacrificios, problemas y vicisitudes son culminadas
con la gloria de este precioso día, donde junto a Ella, “la Madre y Patrona”
hemos culminado las obras del piso, criptas, cuarto de las andas, megafonía,
calefacción, iluminación, bancada y limpieza de nuestra iglesia parroquial, para que a
partir de este día, y después de un año,
comience el culto en la parroquia con normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario