sábado, 20 de septiembre de 2014

MEMORABLE DIA Y MEMORABLE HORA



                              

        Ciertamente puede considerarse que así fue. El hecho al que me refiero con este título no es otro más que la re-bendición e inauguración de las obras de nuestro templo parroquial y sobre el que quiero en unas líneas dejar constancia de cómo se desarrolló.





         Primeramente quiero mencionar que los días previos al acontecimiento fueron de auténtica locura, por ser muchísimos los detalles, pequeños y grandes, que había que tener controlados, pero como no podía ser de otra manera, fue un numerosísimo grupo de personas las que se ofrecieron para colaborar, aportando para ello cada uno lo mejor de sí mismos, para conseguir organizar un acto y un día a la altura de la ciudad de Castalla.










          Antes de nada quiero comentar que además de la singularidad del acto en sí, otro hecho muy significativo es digno de mencionar y resaltar. El hecho al que me refiero es que por primera vez, en todos sus siglos de historia o al menos que haya constancia, la imagen de la patrona en un mismo día haya estado en las tres iglesias de la localidad, esto es: el convento, la parroquia y su ermita, precioso hecho y sin precedentes.







            Todo comenzó con puntualidad británica, a las 10 de la mañana un volteo general de campanas en las tres iglesias, al unísono las once campanas, anunciaba la salida de la patrona desde el convento hacia la iglesia parroquial, acompañada por multitud de feligreses, corporación municipal, el párroco de Castalla, el de Agost, el sacerdote jubilado D. Francisco Berbegal, varios seminaristas tanto de la localidad como de otras poblaciones, junto a los numerosos componentes de la banda de música de la localidad, y llevada sobre los hombros de sus portadores "els majordoms". Sobre la mitad del recorrido, a su paso por el ayuntamiento un nuevo volteo con tres campanas “dejuni, mitjana y major” anunciaba su venida hacia la parroquia. En este caso y exclusivamente durante el recorrido de la calle mayor se silenciaron las campanas para resaltar la entrada de la virgen en la parroquia.








          En el trayecto, en las puertas de la casa abadía esperaba a la comitiva procesional el Ilmo. Sr. Obispo de la diócesis D. Jesús Murgui, junto a su secretario personal, el anterior párroco de Castalla D. José Abellán y parte del consejo parroquial. A la llegada de la imagen de la patrona junto a la misma puerta de la casa abadía se detuvo ésta para incorporarse y desde aquí presidir la procesión el mencionado Sr. Obispo hasta las mismas puertas de la iglesia, las cuales permanecían cerradas para que precisamente fuera la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad Gloriosa, patrona de Castalla, la primera en acceder al templo parroquial recién restaurado.








       Una vez la imagen de la Virgen en la puerta, con la plaza de la iglesia, cuesta y calle mayor abarrotadas de fieles, se adelanto el párroco D. Salvador Valls unos pasos para hacer una simbólica llamada sobre la puerta, abriéndose éstas a continuación con lentitud y solemnidad, para seguidamente acceder la imagen de la patrona y ya en este momento ser lanzadas las cinco campanas al vuelo junto a la banda de música tocando la marcha real, el órgano con  sus registros al "tutti” y excepcionalmente una campana que nunca había sonado en público, se trata de la campana particular del campanero “Soledat Gloriosa” que con su espadaña portátil fue llevada a la iglesia para esta ocasión. Al ritmo que la comitiva iba accediendo a la iglesia, las luces de ésta se iban encendiendo, resultando lo que se podría denominar una entrada "apoteósica".







Una vez colocada la imagen en su lugar de costumbre comenzó la celebración de la solemne Eucaristía, donde al principio de la misma bendijo el Sr. Obispo la iglesia parroquial por obra menor, siendo amenizada por la coral parroquial. En la consagración se efectuó el toque propio por consagración por Obispo, esto es, la campana mayor sola al vuelo, pero en esta ocasión y también excepcionalmente realizó los tres toques por elevación la campana antes mencionada que se encontraba situada con su espadaña portátil a la derecha del altar mayor.








          Una vez concluida la celebración eucarística, sobre las 12.15 h. nuevamente la imagen de la patrona salió en procesión para dirigirse en este caso a su ermita, donde un volteo de las cinco campanas de la parroquia más la del campanero lo anunciaban, acompañada igualmente que en su traslado a la parroquia por clero, autoridades, fieles y banda de música, donde a su llegada un nuevo volteo general de campanas anunciaba su entrada y conclusión de los actos.







        En mi opinión, creo que puede considerarse este día como una similitud más del contradictorio título de nuestra querida patrona “Soledad Gloriosa”, ya que al igual que su Soledad de Viernes Santo culmina con la  Gloria del Domingo de Pascua, con el Encuentro con su Hijo Resucitado, podríamos decir que todo este año de esfuerzos, sacrificios, problemas y vicisitudes son culminadas con la gloria de este precioso día, donde junto a Ella, “la Madre y Patrona” hemos culminado las obras del piso, criptas, cuarto de las andas, megafonía, calefacción, iluminación, bancada y limpieza de nuestra iglesia parroquial, para que a partir de este día, y después de un  año, comience el culto en la parroquia con normalidad.











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