Lo que desde hace unos años presentíamos,
la pasada noche del 27 al 28, desgraciadamente se ha cumplido. En este domingo 28 de junio, el sacristán de
la ermita o ermitaño de la Virgen como aquí en Castalla se le denomina, al dar
el primer toque para el Rosario se percató de que el ordenador daba
correctamente la señalización de salida, pero en cambio la campana no sonaba, por ello procedió a
echar un vistazo cuando se dio cuenta de que ésta no estaba, solamente quedaba
el yugo metálico en su lugar.
A continuación procedió a
avisarme tanto a mí como a la policía local, quienes rápidamente nos personamos
en la ermita, indicándonos éste que ya la tenía localizada, pues la tenían
perfectamente desmontada y preparada para llevársela en el lateral del castillo
junto a “la casa dels majordoms”
Quiero dar las gracias a los
agentes de la policía local, por el esfuerzo que tuvieron que realizar para
ayudarnos a colocarla a buen recaudo, a la vez que al cura párroco D. Salvador
Valls y al alcalde D. Antonio Bernabeu quienes prontamente se personaron para
interesarse por lo acontecido.
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