Escenografía Eucarística del estandarte de la antigua cofradía de la "Guardia de Honor a Jesús Sacramentado"
Los tres días que anteceden al miércoles de ceniza “carnaval” se celebra aquí en Castalla el triduo de las cuarenta horas a “Jesús Sacramentado”, estando expuesto durante estos tres días en el altar mayor de la parroquia y permaneciendo los fieles en oración junto al Señor. Según cuentan los mayores, esta fiesta ha sido muy arraigada en la población hasta el punto de tener la relevancia casi de las fiestas mayores de moros y cristianos. El origen de la fiesta, según información aportada por el actual párroco D. Eugenio Amorós, es la siguiente:
La práctica de las Cuarenta Horas ha tenido ciertamente su origen en la praxis litúrgica para conservar en una especie de sepulcro, en el triduo de la Semana Santa, las especies eucarísticas, convocando a los fieles a adorarlas cómo hubieron hecho las almas piadosas que hubieron podido velar el sepulcro de Cristo durante las 40 horas transcurridas del medio día del Viernes Santo a la aurora de la resurrección. Con justicia se le daba a esta praxis, ya en el siglo X111, el nombre de “Quadraginta hororum oratio”. La idea de repetirla fuera de la Semana Santa, con la intención de una especial propiciación y expiación, tuvo su primera manifestación, según parece, en Milàn durante el año 1527 por obra de la compañía del Santo Sepulcro, con ocasión de las solemnidades de Pentecostes, de la Asunción y de Navidad, según las sugerencias del sacerdote Antonio Bellotto (1528). Las prédicas del padre Tommaso di Nieto en 1529 le dieron un especial impulso, de forma que se la practico simultáneamente en otras iglesias además de la mencionada escuela.
Pero sin embargo, solo en mayo de 1537 ocurrió la adoración incesante, uniéndose a su debido turno las diversas iglesias de Milán a la práctica de las Cuarenta Horas; la sugerencia en lo referente a esto parece haber sido atribuida en Sant Antonio Zacaria, fundador de los Barnabitas.
El capuchino, Giuseppe Plantanida Ferno di Gallarate, (1556) la propagó con sus prédicas fuera de Milàn y le dio, incluso por escrito, el primer método. El Papa Pau 111, en un breve del 8 de agosto de 1537 la enriqueció con las primeras indulgencias, y el Papa Clemente V111 la aprobó y la prescribió formalmente como ejercicio de expiación y de propiciación con la constitución Graves te diuturnae” del 25 de noviembre del 1592.
De Milàn la piadosa práctica se propagó rápidamente,especialmente por obra de los Capuchinos y los Jesuitas. En Macerata, por primera vez, fue contrapuesta a las folias carnavalescas en la ya conocida forma de carnaval santificado.
San Juan de Ribera, como arzobispo de Valencia (1568-1611), promovió con fervor la adoración al Santísimo Sacramento, Fomentando el culto eucarístico y promoviendo de manera especial la adoración eucarística en este triduo de las "Cuarenta Horas", no solo en la ciudad de Valencia, sino también en las comunidades rurales, en los pueblos y aldeas bajo su jurisdicción; como es el caso de Castalla. Su celo pastoral lo llevó a insistir en que la Eucaristía fuera el centro de la vida cristiana.
Cómo he comentado, siempre se ha celebrado los tres días que anteceden al miércoles de ceniza, exceptuando los años comprendidos entre 1994 y 2008 que se decidió trasladar a viernes, sábado y domingo para que los fieles tuvieran más tiempo y comodidad para poder estar un rato en oración ante “Jesús Sacramentado”, puesto que la mayoría de empresas acababan la jornada laboral viernes a mediodía. Antiguamente, cuando se celebraba lunes y martes, estos días eran eran festivos laboralmente.
Hay que resaltar que durante estos tres días por la tarde, antes de la Misa o reserva del Santísimo Sacramento, la coral de la parroquia con gran solemnidad canta “Los Trisagios al Santísimo” y algunas otras piezas musicales referentes a la Eucaristía. Estos trisagios eucarísticos tienen su origen en la tradición cristiana y están vinculados con la adoración a Dios en la liturgia, especialmente en el contexto de la Eucaristía.
Origen y Significado del Trisagio
El término "trisagio" proviene del griego tris-agios, que significa "tres veces santo". Se basa en la aclamación bíblica de los ángeles en la visión del profeta Isaías:
"Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria" (Isaías 6:3).
También aparece en el Apocalipsis:
"Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir" (Apocalipsis 4:8).
Desde los primeros siglos del cristianismo, este canto se incorporó en la liturgia oriental y occidental, y su uso se extendió en diversas formas.
El Trisagio en la Liturgia
El Trisagio se canta en diferentes momentos de la liturgia cristiana. Existen tres variantes:
- 1º Trisagio bizantino: "Ἅγιος ὁ Θεός, Ἅγιος Ἰσχυρός, Ἅγιος Ἀθάνατος, ἐλέησον ἡμᾶς" (Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros). Es común en las Iglesias ortodoxas y católicas orientales.
- 2º Trisagio eucarístico latino: En la liturgia romana, el equivalente es el Sanctus o Trisagio Angélico, que se canta antes de la consagración en la Misa.
- 3º Trisagio eucarístico popular: En algunas devociones católicas y adoraciones al Santísimo, se reza o canta un trisagio en honor a la Santísima Trinidad.
- Este último es el cantado por la coral parroquial, dirigida por el gran músico, organista y director Oscar Reche. Las piezas musicales son de tres compositores diferentes, Lorenzo Perosi, Sancho Marraco y Emilio Valdés.
Trisagio y la Eucaristía
En el contexto eucarístico, el Trisagio refuerza la dimensión celestial de la liturgia y la unión de los fieles con los coros angélicos en la adoración a Dios. Se vincula con la santidad de la Misa y la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Los trisagios eucarísticos tienen raíces profundas en la tradición bíblica y litúrgica cristiana. Su uso en la liturgia refuerza la reverencia a la santidad de Dios y el misterio de la Eucaristía, siendo un puente entre la adoración celestial y la adoración en la Iglesia en la tierra.
Esta es una de las pocas fiestas que solo lo anuncian las campanas de la iglesia parroquial, por ser este el lugar de la exposición del Santísimo, siendo los toques de campanas propios para estos días los siguientes:
Sábado 1 de marzo “Víspera”
Durante el día, toques propios del sábado.
13.02 h y 20.02 h. Volteo menor (4 campanas)
Domingo 2 de marzo "Primer día"
Durante el día, toques propios de domingo, exceptuando los de la misa de 12.00 h. que pasa a las 19.00h.
Al 2.º toque para el trisagio, volteo menor. (4 campanas)
A la exposición, sobre las 11.15 h., a mediodía a las 13 h. y reserva del Santísimo, sobre las 20.00 h., volteo general (5 campanas)
Lunes 3 y martes 4 de marzo "Segundo y tercer día"
Al 2.º toque para el trisagio y Misa, a las 19.15 h., volteo menor. (4 campanas)
A la exposición, a las 9.00 h., mediodía a las 13.00 h., y reserva del Santísimo sobre las 20.00 h., volteo general (5 campanas)
Miércoles de ceniza 5 de marzo
El siguiente día, miércoles 5 de marzo, se celebrarán, como es costumbre, dos misas con imposición de ceniza. La primera será en el templo parroquial a las 17.30 horas y la segunda en el convento a las 19.30. Los toques de campanas serán con la austeridad que el día requiere, día propiamente penitencial por dar comienzo la cuaresma.
Se celebra 40 días antes del Domingo de Resurrección, por lo que su fecha varía cada año.
Significado y Tradición
- Representa un tiempo de reflexión, penitencia y conversión en preparación para la Semana Santa.
- Durante la misa, los fieles reciben una cruz de ceniza en la frente con la frase:
"Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás" o "Conviértete y cree en el Evangelio". - La ceniza proviene de la quema de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior.
- Es un día de ayuno y abstinencia para los católicos, es decir, se recomienda no comer carne y reducir la cantidad de alimentos.