Una de las utilidades de este blog es dejar constancia para el futuro de las diferentes anomalías, averías o incidencias que las campanas y sus mecanismos van teniendo con el paso de los años. Voy ahora a narrar el problema que surgió con la campana segunda de la parroquia “San Roque” con algo de retraso por falta de tiempo, pues este sucedió en la víspera de la Inmaculada del 2011.
En este día los dos volteos de víspera se desarrollaron con normalidad, pero al finalizar el de las 20.01 h. algo sucedió con este motor disparando el automático general de las campanas, al día siguiente 8 de diciembre subí para revisar e intentar averiguar de que podría tratarse la avería, comprobando que estaba todo correctamente excepto la placa electrónica que hay junto al motor que a pesar de tener entrada de tensión no daba salida a este motor.
Para ponernos en situación antes de nada quiero brevemente explicar cómo es el funcionamiento de estos motores denominados “de impulsos” que se instalaron en la restauración llevada a cabo en el 2002 (a ser posible este año haré una entrada para contar los detalles de esa restauración) sustituyendo a los convencionales trifásicos, existentes desde la electrificación de 1964.
Estos nuevos motores, en la parte trasera de ellos, donde generalmente llevan la hélice para su refrigeración en vez de esta llevan una placa electrónica, en las que entre otros muchos componentes lleva un variador de frecuencia para poder ajustar la velocidad que se desea y un encoder (o cuentarrevoluciones) para poder saber esta en cada momento en que posición tiene la campana.
Esto es así porque la rotación del motor no es constante, sino que simula lo que realmente haría un campanero llevando la campana a mano y dando los diferentes tirones con la cuerda e invirtiendo el sentido de giro cada periodo de tiempo y frenada final para que no quede libre (todo ello ajustable y programable) como más se percibe es en el arranque para el volteo, pudiendo comprobar la diferencia entre las campanas de la parroquia y las del convento y la ermita.
Estas placas electrónicas en vez de tener fusibles para su protección, tienen una piezas similares a resistencias que unos denominan “varistor” y otros “termostor” siendo estas las que se fundieron en la campana segunda en ese día 7 de diciembre.
El sábado 10 de diciembre desmonté la placa electrónica y me fui a la tienda de mi cuñado “Electrodomestics Miguel Ángel” en Onil, para ver si él podía conseguirme las piezas dañadas para que el día de Nochebuena estuviera esta campana en perfecto estado. El sábado 17 reparamos la placa y seguidamente la monté en su lugar, realizándole a continuación un largo volteo (eso sí con el badajo atado para que no sonase) comprobando que realizó el arranque, volteo, inversiones y frenada con total normalidad, quedando en perfecto estado para las siguientes Navidades.
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