La actuación que estamos acometiendo en este campanario del convento era una necesidad desde que se reconstruyó en 1989, y el detonante para por fin decidirnos a ejecutarlas ha sido precisamente la reparación efectuada recientemente en la campana “Sagrado Corazón de Jesús” o grande del convento, estando esto desglosado en la entrada editada el 2 de enero de este 2012.
Todos los que allí nos concentramos para el desmonte y posterior montaje del yugo y del motor reparado, que fuimos, Víctor, Fran, Rubén, D. Salvador y yo, viendo la gran dificultad que tuvimos para el acceso a esta campana, ya que delante de ella queda el agujero de subida de la escalera con su barandilla de unos 240 x 80 cm. volvimos a considerar la idea que llevábamos en mente, prácticamente desde ese 1989, en retirar la barandilla y fabricarle unas puertas trampilla de manera que el campanario quedase completamente cerrado y pudiendo así acceder con normalidad a todas las campanas.(Como suele ser en todos los campanarios).
El párroco D. Salvador Valls afirmó que deberíamos acometer esta actuación ya sin demora por dos motivos fundamentales, primero el peligro que conlleva el trabajar con esta campana, por quedar ese peligrosísimo hueco delante de ella y el segundo es evitar la gran acumulación de suciedad que acumula constantemente en el interior del campanario por quedar abierto por la parte superior.
Los primeros días de enero nos volvimos a reunir en el campanario para estudiar y concretar exactamente la intervención que procedía realizar, por ello vimos que el primer paso que había que dar era la retirada de las mangueras que provisionalmente llevaban la corriente a las campanas desde la electrificación de 1991, (después de 21 años, por fin íbamos a concluir esta instalación).
El jueves 26 de enero, a las 7 de la tarde, nos juntamos nuevamente Víctor, Fran y yo para taladrar el planché de hormigón y los rellanos de la escalera para grapar el tubo-macarrón por donde cablear en recto ya las diferentes líneas para las distintas maniobras de las campanas.
El día siguiente, viernes 27, Víctor retiró la barandilla que entorpecía la colocación de las puertas trampilla y posteriormente procedimos a su montaje. Ha quedado muy funcional y práctico, ya que además de que cómo he comentado se tiene una fácil accesibilidad a todas las campanas (sin peligro de caídas) y se evita la gran suciedad que se acumula constantemente en la escalera, pudimos comprobar también que al cerrar herméticamente no había las grandes corrientes de aire como anteriormente por la escalera y coro.
Otra actuación que también estamos llevando a cabo es la colocación de una pequeña puerta para aprovechar el hueco inacabado que quedó tras la reconstrucción del campanario y da contra las viviendas colindantes, para aprovecharlo como un pequeño armario donde guardar los utensilios básicos para el mantenimiento de las campanas. (Este hueco era el acceso para los albañiles desde las viviendas al campanario durante la construcción y que remataron en obra solo desde el exterior dejandolo inacabado interiormente).
Tras comprobar los prácticos resultados de estas simples operaciones, algunos han propuesto que algo así tendríamos que plantearnos realizar en el campanario de la iglesia parroquial, después del enorme peligro generado para los campaneros y visitantes en esta última intervención para su restauración.
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