domingo, 29 de abril de 2012

ACTUACIÓN SOBRE LA CAMPANA DE LA ERMITA DE LA SANG







Voy en esta entrada a intentar explicar de una manera simplificada el porqué hemos llegado a acometer la intervención que estamos llevando a cabo sobre la campana de la ermita.





Todo empezó hace exactamente 10 años cuando en  el 2002 restauramos las cinco campanas de la parroquia, (si es posible en este 10º aniversario haré una entrada referente a ello). Cuando estábamos en plenos tramites, pensamos en la posibilidad de incluir esta campana en la restauración junto a las otras, pero después de examinados los presupuestos llegamos a la conclusión de que se nos excedía, aparte de que llegábamos tarde para solicitar una subvención, por ellos decidimos dejarlo para el siguiente año. En el 2003 volvimos a intentarlo,  pero como aún debíamos a algunos empresarios de Castalla (a los que hay que agradecer que dejasen el dinero para la restauración, ya que sin su ayuda no hubiéramos podido realizarla) pensamos devolverles todo el dinero que se les debía y después ya  acometer la de la ermita. El pasado año, volvimos a intentarlo pero por culpa de la crisis, ya no había subvenciones para estos menesteres y como el presupuesto para esta restauración asciende a  7.000€, llegamos a la conclusión de que tal vez en unos años sería difícil de conseguir.






El pasado año 2011, Francesc LLop i Bayo (antropólogo y presidente de los campaneros de la Catedral de Valencia, toda una institución en el mundo campanero) nos mandó un informe en el que resumiendo para no extenderme, afirmaba: “es una campana de un  altísimo valor patrimonial por su antigüedad (siglo XVI) y decoración gótica, siendo una de las campanas más interesantes de la comunidad valenciana, teniendo un altísimo peligro de rotura, tanto por su antigüedad como por su estado de conservación con el yugo metálico, por lo que sería recomendable que no voltease nunca más hasta ser restaurada”.







En uno de los encuentros de campaneros, le pedí encarecidamente que no publicara nada referente al alto valor patrimonial de esta campana ante el miedo de que pudiera ser objeto de robo, ya que estas piezas tan antiguas parece que se cotizan muy bien en el mercado negro (no hay más que observar en televisión la oleada existente de robos de campanas en ermitas)







Ante todo esto nos reunimos un día el cura párroco D. Salvador, el sacristán de la ermita (o ermitaño de la Virgen) y yo para ver si encontrábamos alguna solución a este problema y la verdad es que lo vimos algo complicado:





1º Estábamos de acuerdo de que había que proteger la campana para que llegase a generaciones venideras en perfecto estado y pudieran disfrutar de ella como muchas generaciones de antepasados nuestros.

2º  Si patrimonio a proteger es la campana, también lo es la tradición de varios siglos marcando el ritmo de vida a tantas generaciones de castelluts con sus toques diarios, por lo que no la podíamos silenciar (tampoco el pueblo hubiera podido entender el poder ver entrar y salir a su Patrona con su campana parada, y por supuesto nosotros, los que siempre hemos intentado que todos los toques se reproduzcan en su debido momento, valga como ejemplo el de un año en el que un Sábado Santo a las tres de la madrugada se le rompió el badajo y subimos a quitarlo, lo soldamos y lo volvimos a montar, para que a las nueve de la mañana, la Patrona saliera con su campana al vuelo)

3º En este momento se está intentando recaudar fondos para reparar el piso dañado de la iglesia, y como todo sale de los mismos bolsillos, no se podía en este momento de crisis acumular varias actuaciones, sino más bien una detrás de otra.






Después de intercambiar impresiones de todo esto con el técnico de patrimonio Juan Antonio Mira, nos afirmó este que intentaría él solicitar alguna subvención para esta restauración, pero claro, todo lo sabemos la crisis es la crisis…, también quiero agradecerle su compromiso, ya que le pedí igual que a Francesc LLop, evitara  pronunciarse sobre el alto valor de esta campana por la fácil accesibilidad y el consiguiente peligro de robo.










Son muchas las opciones que tanteamos para intentar buscar la mejor solución para esta campana, incluso llegándonos a plantear el colocar una de las del convento provisionalmente hasta que esta pueda ser restaurada. Después de comentarlo con una persona, siempre con discreción ya sabemos el porqué, este me afirmó que él regalaba una copia para que la sustituya hasta que esta pueda ser restaurada y volver a su lugar, sin perderse así durante este espacio de tiempo la tradición de sus toques diarios.








Por este motivo el pasado 20 de abril nos reunimos en la ermita D. Salvador, Tomás, Víctor, José Miguel, Juan Carlos y yo para proceder a su desmonte, después nos la llevamos al taller Leal en el que trabajo, para retirarle el yugo metálico y a continuación la llevamos a la cooperativa agraria para pesarla, dándonos un peso de 98 kg. siendo éste en 20 kg. superior al que debería de dar una campana de su dimensión.








El próximo sábado 5 de mayo, víspera del día de la madre, en la misa de las ocho de la tarde y delante de la imagen de nuestra Patrona la Santisima Virgen de la Soledad Gloriosa, a quien está dedicada, será la bendición de esta nueva campana, quedando invitados todas las personas que tengan interés de presenciar un acto tan significativo y de escuchar el que será su primer volteo tras la bendición (en una próxima entrada lo narraré)







Quiero aprovechar para dar las gracias a este grupo de personas que siempre que se les solicita están dispuestos a colaborar siempre de una forma altruista y quiero dejar claro para que no se preste a confusión lo siguiente: Esta nueva campana es solo de “transición” hasta que la antigua pueda ser restaurada y volver a su lugar con total seguridad, con garantías de que no pueda ser robada, buscando después la ubicación que corresponda para la nueva.















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