De todos es conocido que el
pasado 13 de marzo sobre las 19.07 h. por la chimenea de la Capilla Sixtina salió
la tan esperada " fumata blanca",
indicando a todo el mundo que el cardenal Jorge Mario Bergoglio de
Argentina había ganado la votación en el conclave por lo que quedaba elegido
como Papa, adoptando el nombre de "FRANCISCO".
Apenas unos minutos después, y
como no podía ser de otra manera, las campanas del Vaticano lo confirmaban. Es
curioso como gracias a las nuevas tecnologías en este momento quedo patente la
universalidad de la Iglesia, y como no de las campanas, ya que en este mismo
momento estaban sonando en el Vaticano, por supuesto en Castalla, en Alcoy,
lugar en el que me encontraba en ese momento oyéndolas, y seguramente unidas a la gran mayoría del resto del mundo.
Después del "Habemus
Papam" y tras la retirada del nuevo Papa del balcón de San Pedro, la
campana "Paternina" junto a sus compañeras del Vaticano volvieron a
elevarse al medio vuelo y nuevamente las de aquí de Castalla se unieron a
ellas.
El siguiente día 14 del mismo, el
cura párroco D. Salvador recibió un mensaje desde el Obispado en donde se pedía
que al mediodía todas las campanas de la diócesis realizasen un volteo al nuevo
Papa; siendo por este motivo el papa más volteado de toda la historia, ya que
generalmente solo se solía realizar un volteo general tras su elección.
LOS TRES ÚLTIMOS PAPAS JUNTOS
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