Durante el año hay toques en los que por falta de tiempo todavía no
están narrados en este blog, uno de ellos es el volteo de la campana pequeña
que todos los jueves sobre las 18.30 h. realiza para anunciar a la población
que en ese momento está teniendo lugar la Exposición Mayor del Santísimo para
estar durante una hora en oración.
La Exposición tiene lugar en el altar de la capilla del Santísimo
Sacramento, pero hay veces en que tiene una singular excepcionalidad y por ello
se realiza en el altar mayor de la parroquia. Lógicamente cuando esto es así
los toques de campanas también son diferentes, adaptándose a la celebración.
Esta excepcionalidad va a tener lugar D.M. este próximo jueves 28 de
febrero en donde esta Exposición tendrá lugar bajo el baldaquino del altar
mayor, para revestir de mayor solemnidad y por supuesto de mucha más cabida de
fieles, porque este tiempo de oración va a ofrecerse más concretamente por
nuestro actual Papa Benedicto XVI, el cual en esta misma tarde finaliza su Pontificado,
y por la propia Iglesia que, a consecuencia de esto, entra en un tiempo de
grandes acontecimientos (sede vacante, cónclave y elección del nuevo Papa).
La renuncia al Pontificado
es un caso sin precedentes en nuestra historia reciente, ya que el último caso
acontecido fue hace cinco siglos, por ello esta finalización del Papado para
las campanas también será sin precedentes, pues es el primer Papa que llega y
se retira enmarcado en dos volteos generales solemnes, porque lo normal es que comiencen con en este
volteo y que finalicen con el toque a difuntos propio del Papa (16
driangs).
Este volteo general solemne se efectuará en la Parroquia, Convento y Ermita
a las 20.00 h. de este día 28 de febrero de 2013, hora exacta de conclusión del
Pontificado de Benedicto XVI (quiero resaltar que tras su elección el 19 de
abril del 2005 y apenas unos minutos de “la fumata blanca” nuestras campanas uniéndose
a la mayoría del resto del mundo anunciaron a la población el “HABEMUS PAPAM”)
Es muy de agradecer la labor realizada por este gran hombre al frente “del
timón de la barca de Pedro” en estos años tan complicados y tan convulsos para toda
la humanidad, resaltando su gran sencillez y profundo amor a la Iglesia, “humilde
trabajador en la viña del Señor” tal y como él se definió al llegar al
Pontificado y pasando a partir de esta fecha, según sus propias palabras en su
último Ángelus como Papa del día 24 de febrero en la plaza de San Pedro “Me
retiro para seguir orando y trabajando por la Iglesia desde una forma más acorde a mi edad y mis fuerzas” (en mi
opinión nos ha dado un gran ejemplo a toda la humanidad de servicio y de humildad).
GRACIAS
SANTIDAD
.
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