Algunas entradas, como por
ejemplo ésta, van quedándoseme retrasadas en el tiempo a la hora de publicarlas
por dos motivos fundamentales, primero la frenética actividad que llevamos la
cuadrilla de campaneros y segundo la falta de tiempo para este menester, pero
bien, aunque con retraso voy a intentar seguir publicándolas. En esta entrada,
como el título indica, voy a centrarme en resumir el cómo y el porqué de la iluminación
interior de la sala de campanas del convento.
Todo comenzó cuando a
consecuencia de las obras de la parroquia tuvimos claro que la imagen de la Patrona el día de Pascua acudiría al convento, quedándose en este para recibir
el culto del mes de mayo, pensando que siendo esto un caso tan excepcional y
que en tan pocas ocasiones a lo largo de la historia ha sucedido, tendríamos que
hacer algo para que desde el exterior se
resaltase que esta iglesia estaba albergando la imagen de la Patrona y creyendo
conveniente que este detalle podría ser el engalanar precisamente la sala de
campanas para significar este acontecimiento tan excepcional.
Creímos conveniente realizar algo
sencillo, de reducido coste y poco consumo, pensando instalar dos pantallas fluorescentes de 36
w. en la sala de campanas y dos de 18 w. para la campana superior, instalando
también un interruptor horario para que se encendieran sobre las 9 h. de la noche y apagasen sobre las 00.30 h. Nos
pusimos manos a la obra y el día 31 de marzo realizamos la instalación en la parte inferior y el día 9 de abril la parte superior.
Se inauguró esta iluminación el Sábado
Santo, momento antes de la Vigilia, por ser la celebración por excelencia para
toda la comunidad cristiana, siendo este el momento en el que celebramos la
Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y acudiendo la patrona a esta iglesia
en la mañana siguiente en la procesión del Encuentro. A mi juicio no es una
gran iluminación, pero es un pequeño detalle que creo que ha conseguido nuestro
propósito.
Este monumento, que aquí en
Castalla está considerado como muy de “segunda división”, creo que podría
resultar interesante que algún día las instituciones públicas lo valorasen un
poco más y procedieran a iluminarlo exteriormente, tanto lo que es la iglesia, su campanario y la recientemente iluminada
sala de campanas con alumbrado público, tal y como lo están todas las iglesias
de cualquier población.
El próximo año comentaré algo más
sobre este campanario por celebrarse el 25 aniversario de su derribo y
reedificación.
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