CAMPANEROS DE CASTALLA: FESTIVIDAD DE S. VICENTE Y SUS TOQUES

La festividad de San Vicente Ferrer es el 5 de abril, día de su fallecimiento en Vannes (Francia). Sin embargo y dado que esa fecha cae normalmente en días de cuaresma o Semana Santa, se decidió hace siglos, su traslado en el Reino de Valencia, al lunes siguiente a la octava de Pascua.

Así pues, el segundo lunes siguiente al Domingo de Pascua es el día elegido para celebrar al patrón de la Comunidad Valenciana; San Vicente Ferrer, que tomó su nombre del patrón de la ciudad San Vicente Mártir, cuya festividad se celebra en enero. La coincidencia en el nombre provoca equívocos, incluso entre algunos valencianos.

Biografía de San Vicente Ferrer

En el desarrollo histórico de la cultura occidental la palabra fue perdiendo valor. En cualquier trámite civil o religioso es necesaria la existencia de un escrito que garantice veracidad. Sin embargo, eso no ha impedido el resurgimiento de figuras que sobresalieron por el poder de su palabra. Este es el caso de San Vicente Ferrer, dominico nacido en Valencia en 1350.

En 1367 Vicente tomó los hábitos dominicanos. Realizo sus estudios en Barcelona y desde entonces ya era reconocido como gran predicador. Fue ordenado presbítero en 1379 y regresó a su convento de Valencia. Fue elegido prior en un difícil contexto: la peste negra, la relajación espiritual de muchos religiosos y el cisma de occidente. En 1386 empezó una intensa labor en Valencia. Era catedrático de teología, predicador, confesor y consejero. Fue reconocido como maestro en sagrada teología. En 1394 Benedicto XIII lo nombró su confesor y asesor diplomático.

Fray Vicente se percató del grave daño del cisma para la iglesia. Pidió al Papa salir de la curia para dedicarse a la predicación. En 1399 empezó una ardua labor misionera por gran parte de Europa. Los pueblos salían a recibirlo cuando llegaba a predicarles y pasaba la jornada visitando a los más necesitados. Sus sermones eran transcritos y recorrían toda Europa. En 1412 fue uno de los elegidos para dirimir la sucesión de la corona de Aragón. Su presencia en los pueblos era considerada signo de paz y reconciliación. Fue maestro de vida espiritual y sobresale su obra “Tratado de la vida espiritual”. Para Vicente “la contemplación” es inseparable de la oración y del estudio. Murió en Francia el 5 de abril de 1419.

El centro de esta fiesta era la procesión “dels combregats”, tratándose de una procesión en la que se lleva el Santísimo Sacramento a personas enfermas o impedidas, y realizándose con toda solemnidad, cual si del día Corpus se tratase, llevando al Santísimo bajo palio, con la asistencia de las autoridades religiosas y civiles, y acompañados por la banda de música local.

Aquí en Castalla, esta procesión no tenemos constancia desde cuando se realizaba, pero se puede aventurar que su procedencia sea de hace siglos, habiendo llegado hasta nosotros hasta el año 1.993, por considerar que en la actualidad ya se lleva el Santísimo todos los domingos a los enfermos, aunque eso sí, sin procesión ni solemnidad. Esta era una procesión muy singular y ciertamente madrugadora; a las 8 de la mañana se celebraba la Misa del Alba, sobre las 8,30 h. comenzaba la procesión, teniendo ésta, cada año, un itinerario diferente, pues iba en función a la situación de la vivienda de las personas que habían solicitado previamente recibir el Santísimo Sacramento por su imposibilidad de acudir a la parroquia. Tras la llegada de ésta, solemne Misa Mayor. (En la actualidad en algunas poblaciones se sigue realizando)

Tradicionalmente la costumbre de la mona de Pascua, aquí en Castalla han sido los tres días (domingo, lunes y martes de Pascua por la tarde) y este día de San Vicente se celebraba el día completo. En la actualidad y desde que el lunes de Pascua es fiesta regional se celebra el día completo y se ha extinguido lo del martes. Es cuanto menos curioso que esta fiesta de S. Vicente, no siendo ni fiesta nacional, regional o local, aquí en Castalla, la totalidad del pueblo la siga celebrando (aún sin la procesión dels combregats), no abriendo sus puertas ninguna empresa ni comercios, exceptuando ya alguna cuyos propietarios son de otras poblaciones.