lunes, 2 de enero de 2012

CONTRAPESANDO LA CAMPANA “SAGRADO CORAZON” DEL CONVENTO










Como algunos vecinos del barrio del convento han mostrado interés por saber el porqué, desde mediados de septiembre hasta el pasado 9 de diciembre, la campana grande del convento, esto es, “Sagrado Corazón de Jesús” se encontraba sin la parte superior de su yugo, y aunque a la mayoría se lo he explicado verbalmente, he decidido hacer esta entrada en el blog para que transcurrido el tiempo quede constancia de esta reparación.










Para empezar podríamos decir, que esto empezó en el año 1990 cuando tras su caída y rotura del yugo de madera, se lo hicimos nuevo de hierro, para poder tras su recolocación, mecanizarla. 










Como éramos conscientes, de que el yugo metálico estropearía en parte el sonido de la campana, decidimos colocarle un taco de madera de unos 18 cm para aislar sus vibraciones del metal, sacamos todos sus desarrollos y medidas para que tuviera una buena compensación y que en el arranque al motor no le costara mucho, ya que en el convento no hay trifásica y tenía que ser el motor a 220 v. perdiendo por ello fuerza en el arranque por ser  este con carga.









A mi juicio, este taco de madera se nos quedó un par de centímetros corto, lo cual implicó que la campana se nos quedase excesivamente bien equilibrada, cosa que por otra parte funcionó perfectamente hasta que el motor dio un curioso problema que implicaba que la campana no siempre parase en la perfecta vertical, corriendo el riesgo que el martillo de repique pudiera romper la campana, por no dar el golpe en el sitio apropiado.



             




Este motor, que como he comentado, desde el principio funcionó perfectamente, en los últimos meses, le percibía como si algo en su interior lo frenase, pensando que seguramente sería por que alguno de sus rodamientos se habría gripado. Tras desmontarlo, se lo llevó Rubén Palacios para cambiarle los rodamientos, comprobando éste que se encontraban en perfecto estado y que la fricción que ocasionaba su frenada era un curioso mecanismo que jamás había visto en un motor; se trataba de un sistema  que por imantación con unas pletinas y muelles daba el impulso de un condensador para su arranque, pasando a continuación a otro de distintos microfaradios para su funcionamiento.












Después de traerme el motor desmontado y ver lo complicado que sería encontrar repuesto para este mecanismo, decidí anularlo por completo,  hacerle dos taladros al motor y sacar las conexiones para pasarlas a través de un temporizador eléctrico que le diera ese impulso de arranque, pero ya sin tener fricción dentro del motor.












Para evitar que en sucesivas ocasiones, esto nos volviera a ocurrir, pensamos también en recortar el yugo, un par de centímetros, y más que por el peso que se le quita en esos dos centímetros, la bajada o reducción de éste es la que hace que a partir de este momento quede bastante más descompensada la campana con respecto al yugo,  consiguiendo de esta manera que su vertical caiga perfectamente a plomo y que el martillo de repique siempre golpee en el punto exacto.













El corte de este yugo, por tener forma de U y no poder meterlo en máquina de cinta ni circular, lo efectuó Luís “el pas” en su matricería,  teniendo un coste de 90€. Como en su bajada, corte y recolocación sufrió deterioro en su pintura, decidimos darle una pasada de imprimación y que próximamente se la daremos al resto del  yugo pues en este momento en situación “bicolor” también pensamos en pintar, a ser posible en breve tiempo, el resto de yugos de las otras campanas para evitar el óxido que sufren por el paso del tiempo.













No hay comentarios:

Publicar un comentario