viernes, 13 de septiembre de 2013

TAREA DE MANTENIMIENTO DE LAS CAMPANAS 2013




                 Como todos los veranos y a ser posible antes de fiestas patronales procedimos este 2013 a realizar la tarea de mantenimiento de las campanas de la parroquia y para ello el 24 de agosto a las 7 de la mañana nos concentramos a la puerta de la iglesia Oscar, Víctor, Marcos, Fran, Kiko y yo.

 


                  Este año el inicio fue diferente a los anteriores, ya que el primer paso que di fue obsequiar  a los colaboradores con una camiseta  con el logotipo “campaners de Castalla”,  por celebrar en este 2013 los 40 años desde que comencé a tocar las campanas. (En una futura entrada narraré más detalles sobre ello, pero en esta voy centrarme en lo que concretamente fue el mantenimiento)

 


                 Una vez todos equipados con la nueva indumentaria subimos al campanario para realizar el mantenimiento, como es costumbre primeramente con la campana pequeña, procediendo para ello a montar el andamiaje por encontrarse a más de 4 metros de altura sobre el piso del campanario.

 




              Como en esta ocasión éramos un buen equipo seguidamente pusimos boca arriba la campana mediana y la mayor, para dividirnos en grupos de dos y cada uno trabajar sobre una campana.



 


 

             Sobre las 8 de la mañana se presentó para colaborar con nosotros Rubén Lillo, un seminarista natural de San Juan de Alicante, gran apasionado por nuestras devociones y tradiciones, ofreciéndose frecuentemente voluntario para colaborar y participar en innumerables tareas y por supuesto con  las campanas, por ser un gran aficionado. Nada más subir lo obsequie también con la camiseta que rápidamente se colocó.



           Sobre una hora después se presento el párroco D. Salvador Valls dispuesto a colaborar también en lo que fuese menester y lógicamente equipándose también con la camiseta como el resto de “campaners”.


 




        Después de apretar todas y cada una de las tuercas y contratuercas vimos que por la parte interior el barniz de la madera y la pintura de los herrajes se encontraba en buen estado, pensando que en esta ocasión deberíamos sólo barnizar la parte exterior por tener algo más de deterioro al quedar expuesta al sol y la intemperie.

 



           A las 10 de la mañana teniendo estas tres campanas en perfectas condiciones pensamos que sería un buen momento para bajar a la sacristía y tomarnos un pequeño almuerzo. Después de explayarnos un rato de la grata armonía y por supuesto de la sesión de chistes de algunos de los “campaners”, volvimos a subir para desmontar el andamiaje, soltar las tres campanas y elevar las dos restantes “dejuni” y segunda para concluir con ellas  el mantenimiento.


 




           Sobre las 13 h. ya teníamos las cinco campanas en perfectas condiciones y en esta ocasión para concluir fue diferente a los años anteriores, ya que como algunos no habían subido nunca a la terraza del campanario y tenían interés en hacerlo, pensamos en subir y hacernos alguna foto curiosa.


 

           También fue diferente la finalización  porque en vez de irnos al bar a tomarnos la tradicional cerveza, nos fuimos todos a mi casa de campo donde nos hicimos algunas fotos con los antiguos yugos de hierro y la ya tradicional cerveza.


 



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