sábado, 1 de enero de 2011

PRIMERA SOLDADURA DE LA CAMPANA MEDIANA










MITJANA

1986-87



Aunque ya narré a groso modo esta soldadura en el apartado de la historia de esta campana, voy a desglosarlo más al detalle, cómo y en qué fechas sucedió. 






      Desde el 9 de octubre de 1985 hasta el 14 de agosto de 1986, la Iglesia Parroquial se encontraba cerrada al culto por estar realizándose las obras de restauración, por ese motivo todos los actos de culto se trasladaron a la Iglesia del convento de los Mínimos ejerciendo esta como parroquia, al igual que los itinerarios de las procesiones se vieron desplazados en los alrededores de dicha Iglesia. 









       La inauguración de las obras de la parroquia se realizó el jueves 14 de agosto de ese 1986, víspera de la titular de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción en cuerpo y alma a los cielos, con el traslado en solemne procesión del Santísimo Sacramento bajo palio desde el convento hasta esta. 








      Por estos motivos se decidió adelantar la procesión del Patrón San Roque el domingo día 10 de agosto, como he mencionado antes con el itinerario invertido, saliendo desde el convento, plaza del Hostal, calle Mayor, plaza Iglesia, calle del medio , plaza de los Casinos y vuelta al convento. 






       Ese día estaba yo volteando las campanas de la Iglesia para esta procesión, encontrándome solo en ella, por estar finalizándose las obras, cuando vi acercarse la procesión, procedí a realizar los volteos procesionales de costumbre y el solemne al paso de la imagen del Patrón por la plaza de la Iglesia. 





      Tras el paso de la procesión, entre para ir parando las campanas y en ese momento se dirigió a mí el organista D. Emilio Valdés y empezó a hablarme sobre la finalización de las obras y de que bonita habia quedado la Iglesia después de la limpieza de las piedras y su restauración. 






      Mientras hablábamos, nos dirigimos a la sacristía para ir parando las campanas, sin percibir yo ningún cambio en el sonido de la media, tal vez por encontrarme en plena conversación con el organista, aunque siempre he tenido claro que fue este el punto exacto en que la campana se rompió. Tras pararlas me fui al convento para la llegada del patrón. 




      El martes 12 de ese mismo mes y año se conectó la nueva instalación eléctrica, modificándose incluso el contador. 






































      Al ser este contador trifásico, pensé que si había invertido alguna de las fases, las campanas rodarían en sentido contrario, ya que aquí en Castalla la costumbre es que empiezan barriendo hacia fuera. 







































 




     Le pedí al cura regente D. Francisco Berbegal (Paco el campechano) que observara el sentido de giro mientras yo accionaba para darle un par de vueltas o tres. 
















      Cuando lo hice y la sentí, me quedé enormemente sorprendido, ya que curiosamente, decidí hacer esta prueba con esta campana y percibiendo un pésimo sonido. 







































      Lo primero que me vino a la mente es que se trataría de una rotura del badajo y rápidamente me decidí a subir al campanario para quitarlo, repararlo y tenerlo listo para el 14 de agosto, en ese momento me encontré con el cura que venía para indicarme que la rotación si era al revés y coincidiendo conmigo en que debía tener el badajo roto por su mala sonoridad. 





















      Por ello, el primer paso que dí fue invertir las fases de la entrada de corriente para que la rotación fuera como siempre había sido y a continuación subí al campanario para quitar el badajo, quedándome más extrañado aún porque lo tenía en perfecto estado, lo que me hizo presagiar lo peor, podía tratarse de la rotura de la campana. 















      La revisé detenidamente y no le vi absolutamente nada, por eso pensé en volver a voltearla nuevamente desde arriba, teniendo presencia visual con ella, y efectivamente después de dar la segunda vuelta percibí que tenía una pequeña grieta de no más de 10 centímetros y de un grosor como de un cabello, la paré inmediatamente, cayendome en ese preciso instante el mundo a los pies porque me vino a la cabeza como resultó de desastroso cuando le sucedió lo mismo a campana mayor, unos años antes. 








     A continuación procedí a bajar y comentarle la situación al cura y decidimos en un principio no voltearla más hasta decidir qué hacer con ella. 





      Por ese motivo ese 14 de agosto de 1986, en la llegada del Santísimo Sacramento e inauguración de la restauración de la parroquia, esta campana no la volteé ni tampoco en las siguientes fiestas patronales del 1 al 4 de septiembre. 






     Durante esos días fue muchísima la gente que se interesó por el estado de esta campana, por ser muy apreciada su sonoridad y tener todavía muy presente el mal resultado que dió la refundición de la campana mayor. 





     Durante estos días hice un seguimiento casi a diario de la grieta para ver su evolución, observando que aunque muy lentamente continuaba creciendo hacia arriba, ya que aunque no la volteaba, el electromazo que tiene en un lateral, si que seguíamo utilizándolo. 





     Después de comentar esto de la evolución de la grieta con Rubén Palacios, nos decidimos el viernes 19 de septiembre a subir para realizar un taladro de 10 milímetros de grosor y apenas a unos dos centímetros de donde acababa el grieta, pensando que aunque continuara creciendo al llegar al agujero del taladro se detendría y afortunadamente fue esto lo que sucedió. 





     La seguí utilizando en repique durante el siguiente año sin que el grieta traspasase el taladro efectuado, pero eso sí, sin boltearla. 





     Durante este mismo mes de septiembre, el cura regente D. Francisco Berbegal se puso a en contacto con un primo suyo, que trabajaba en el centro de investigación del hierro y el acero de Madrid para le asesorara que se podría hacer para recuperar la campana, este, todo hay que decirlo , puso un gran interés y desinteresadamente vino para ver y gestionar todo el procedimiento a seguir para aplicarle una técnica de soldadura, para intentar por todos los medios no perder esta maravillosa campana. 







    Lo primero que nos indicó era que deberíamos de esperar al próximo verano porque entre otras cosas había que ponerla a 300 grados de temperatura y en estos bronces es de vital importancia el revenido para su sonoridad. Siéndole muy perjudiciales los cambios extremos de temperatura. 





     La segunda cosa fue que hicimos una pequeña muesca con unos gramos del metal de la campana para analizar exactamente su aleación para la adquisición de los electrodos para la soldadura y en el caso de no encontrarlos similares fabricarlos exproceso.





     El miércoles 22 de julio de 1987, a las 5 de la tarde, vinieron dos grúas, una de gran tonelaje de la empresa Grúas Catalá de Alcoy para su bajada del campanario y otra de la empresa Grúas Vidal y Gisbert de Ibi para su traslado y descarga en el local preparado para su soldadura en la empresa Berjusa en Castalla. 








     Al día siguiente procedimos a sanear el grieta para poder introducir el electrodo para su soldadura y esto fue para mi entender el primer gran error, porque se realizó con la autógena, cortando esta con gran facilidad el metal pero abriendo al mismo tiempo muchas pequeñas fisuras. Una vez abierto el corte, procedimos a echarle los sprays detectores de grietas, observando que no había más remedio que volver a sanear, esta vez cortando con disco de radial que produce un corte más fino y sin fisuras y teniendo por ello que realizar el tremendo agujero que se puede apreciar en la foto. 



 


     Una vez abierta y saneada el corte se introdujo un soplete para calentar la campana, colocándose a él una sonda para comprobar la temperatura que alcanzaba. Se empezó a soldar el martes 28 de julio a las 15 horas de la tarde y se concluyó sobre las 13 horas del día siguiente, es decir, casi durante 24 horas se estuvieron relevando dos soldadores Juan Rodríguez y Rubén Palacios para no interrumpir dicha soldadura. Una vez concluida se le quitó gas regressivament al soplete para que muy lentamente se fuera enfriando. 






     Pasados dos o tres días le realicé las primeras pruebas de sonido, donde ya tuve la impresión de que no habíamos logrado recuperar su sonoridad, no queriendo manifestarlo para no desmoralizar a toda la gente que había estado contribuyendo con una gran y ilusión. 


 

     El viernes 7 de agosto volvieron a acudir las mismas grúas que en la bajada para su recolocación. 



     En este punto quiero resaltar el gran trabajo e ilusión puesto por Antonio Berbegal Vidal, el cual lo organizó prácticamente todo: contratar las grúas, recogiendo los caballetes para su sujeción así como los utensilios, soplete, sondas, autógena y equipo de soldadura, también he de resaltar la labor desarrollada por "el Chap" en la retirada de la campana así como muchas personas que hicieron un seguimiento diario colaborando en todo lo que se les pedía. 










     Tras finalizar la colocación de la campana ese viernes 7 de agosto de 1987, sobre las 6 de la tarde procedí a amarrarle el badajo y aplicarle su primer volteo, cayendonos a todos el mundo a los pies después de comprobar su pésimo sonido y aunque habíamos conseguido tenerla toda una pieza el sonido no lo habiamos recuperado y por ello se nos quedó una pregunta en el aire ¿qué haremos ahora con ella ?....... ... 



















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