sábado, 1 de enero de 2011

ELECTRIFICACIÓN DE LAS CAMPANAS DE LA PARROQUIA


1 ª ELECTRIFICACIÓN DE LAS CAMPANAS DE LA PARROQUIA

























              Con el paso de los años en algunas poblaciones, no así en Castalla, se fueron abandonando muchos de los toques tradicionales por el problema que suponía económico y personal, ya que para muchos de estos toques debían acudir varias personas y realizar grandes esfuerzos físicos , al ser campanas de un tamaño considerable. Gracias a las electrificaciones que por estos años empezaban a instalar en algunos campanarios, se conseguía evitar que esto sucediera, ya que una sola persona podía realizar todo tipo de toques, sin ningún esfuerzo físico, lo que al mismo tiempo resultaba muy económico, porque no había que pagar a cinco o seis personas que hacían falta para realizar un volteo general. Como ejemplo decir, que concretamente en Castalla en las fiestas patronales de septiembre para realizar todos los toques se necesitaban cuatro o cinco personas durante casi todo el día arriba en el campanario, porque los volteos empiezan a las ocho de la mañana y finalizan a al terminar las procesiones sobre las doce o la una de la madrugada, también para realizar los toques del ángelus o señales a difuntos había que acudir tres veces al día, aparte de los toques ordinarios, lo que suponía un coste elevado. Como la parroquia sóla no podía hacer frente a estos gastos recibía ayudas del MI Ayuntamiento y de la Comisión de Fiestas. Hay que agradecer la total dedicación que el tío Pascual Bordera y sus hijos tuvieron como campaneros hasta el año 1964, ya que gracias a ellos muchos toques han llegado a nuestros días.








              Por esos motivos, en el mes de junio de 1964 se interesó el entonces párroco D.Toribio Selles por la electrificación de las campanas de la Iglesia, procedió a pedir consejo a varios compañeros sacerdotes que las habían electrificado recientemente para ver qué empresa ofrecía más calidad en los mecanismos. Parece que todos los consejos se inclinaban por la empresa de Salvador Manclús de Valencia, poniendose en ese mismo mes en contacto con esta empresa para pedir presupuesto. A continuación recibe una notificación pidiéndole medidas del diámetro de boca y altura de cada campana y así poder tener una referencia aproximada de los pesos de cada una de las que pretendía electrificar, ya que en función al peso sería el tamaño de la trucha, cantidad de correas, potencia de motores y tamaño de los martillos con sus electroimanes. El día 17 del mismo mes recibe la contestación por parte de Salvador Manclús en el que se especifica costarían lo siguiente:





La mayor: ... ... ... ... .... ... ... ... .... 44.900 pts.



La media: ... ... ... ... ... ... ... ..... 32.400 pts.



La dijuni: ... ... ... ... ... ... ... ... .... 26.400 pts.



La pequeña: ... ... ... ... ... ... ... ..... 20.550 pts.



Retirador martillo reloj: ......... 7.000 pts.



Total: ..... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 131.250 pts.



             Este es el precio de los mecanismos, yugos y mano de obra, además había que añadir el cableado de toda la instalación eléctrica incluyendo el cambio de contador por uno trifásico, toda la colaboración por parte de un herrero que necesitara el técnico y los trabajos de obra que quedaría excluido del anterior presupuesto y siendo a cargo de la parroquia. 


La parte del cableado eléctrico fue ejecutar por el electriciste Francisco Antón. 

Las trabajos de obra las realizó el contratista de obras Eugenio Bellot.




                                               GASTOS OBRERO

             Estos precios por aquellas fechas resultaban un coste muy grande, no queriéndose aventurar el cura demasiado procedió a electrificar sólo la mediana, que era la campana de más batalla, como prueba, y así poder asegurar el buen funcionamiento de estos mecanismos antes de proceder a la electrificación de las otras tres.




DETALLE 

DE LOS YUGOS

DE HIERRO






















              El 27 de agosto de 1964 se puso por primera vez una campana al vuelo eléctricamente en Castalla. Al oirla muchos vecinos acudieron, sobre todo gente mayor, porque les costaba creer que la campana funcionara sin la mano del hombre. Como anécdota comentar que en ese año en las fiestas patronales de septiembre funcionaba eléctricamente sólo la mediana, funcionando las otras tres como siempre había sido, manualmente con las cuerdas.






(Foto curiosa en una paloma encima de la trucha y la higuera). 







 





(DETALLE DEL MOTOR Y TRANSMISION AL YUGO POR CORREAS CORREAS) 


              Según manifestó el propio D. Toribio quedaron maravillados de los prácticos y cómodos que resultaban los toques y volteos con esta campana en comparación con las otras, a pesar de que el yugo estroeaba en parte el sonido de la campana por ser metálico y transmitir la vibración del bronce.





              El principal motivo por el que se debían sustituir obligatoriamente los antiguos yugos de madera por nuevos metálicos era debido a que el tipo de motores que entonces existían eran los trifásicos de uso industrial junto a un redutor por sinfín. Estos motores en tan sólo un segundo ya funcionaban en 1350 revoluciones por minuto, esto implica que la campana en tan sólo un segundo ya volteaba al ritmo que debía voltear, no pudiendo soportar los antiguos yugos de madera este arranque tan brutal, rompiendo por ello la madera. Esto rompía también la estética de las tradicionales campanas valencianas y estropèaba en parte el sonido, pero era la única forma de poder ponerla al vuelo sin roturas. Cuando se llevan a mano, empiezan balanceando la campana, en ambos sentidos, lentamente varias veces, pillando vuelo hasta conseguir dar la vuelta entera, no siendo posible realizarlo así, como ya he mencionado, en el tipo de mecanismo que existía en estos años . 

































(DETALLE DE LOS MARTILLOS Y ELECTROIMANES)













              Rápidamente, en el mes de octubre, procedió a ponerse nuevamente en contacto el cura con Salvador Manclús, para pedirle que procediera a la electrificación de otros dos campanas, la mayor y la dijuni, quedando pendiente sólo la pequeña que se electrificó en mayo de 1965. Tardó varios años D. Toribio a recoger el total de los gastos, concretamente concluyó en 1970.











              Los donativos que constan del MI Ayuntamiento y Comisión de fiestas no son tales donativos para la electrificación, sino que son la ayuda que estas entidades continuaron dando para remunerar a los campaneros y que el Rector destinaba para costear los mecanismos. Estas ayudas dejaron de realizarlas a principios de los 80, siendo todos los gastos de mantenimiento a cargo de la parroquia. 



La suma total de esta electrificación incluyendo todos los gastos fue de 172.029 ptas.







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