sábado, 1 de enero de 2011

VISITA AL CAMPANARIO DE ONTENIENTE










(Petra nueva) 







(Petra vieja) 


















      El día 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, tal como teníamos previsto, fuimos Fran, Luisita, Mari Carmen y yo a visitar los campaneros de Ontinyent, en la festividad de su patrona. 








      Teníamos interés en realizar esta visita principalmente por tres motivos: 





































           1 º Queríamos saber cómo conseguían voltear a mano su campana mayor "Petra", por ser esta campana de un tamaño similar a la nuestra, concretamente con un peso en el bronce de 1642 kilos y la nuestra de 1741 kilos, con tan sólo una diferencia de 99 kilos, y pudimos observar como yo imaginaba, que la nuestra debe estar falta de peso en el yugo o mal contrapesada, observando que ellos con gran facilidad consiguen darle la vuelta y en cambio nosotros con tres personas nos resulta prácticamente imposible. 








































           2 º También teníamos especial interés en escuchar el sonido de "Petra", por ser una campana fundida en "Eijsbouts (Asten)" y torneada interiormente para sacarle el tono exacto que deseaban para copiar al anterior campana, siendo esto lo que a mi parecer algún día tendríamos que hacer aquí. 



         3 º Queríamos también escuchar "El repiquet en honor de la Purísima", que se trata de un toque precioso, con un gran juego y combinación de campanas, porque son 13 las que ellos tienen en su campanario, y de media hora de duración . (Todo un placer de escuchar) 






















       Nos resultó enormemente sorprendente cuando nos contaron que algunos de los campaneros durmieron en el mismo campanario, en un habitáculo existente en la parte superior en la sala de campanas, debido a que el anterior día 7 finalizaron muy tarde los toques y las 5 de la mañana de ese día comenzaron de nuevo. 










        Fue una gran experiencia el poder comprobar la gran afición, e incluso diría yo casi devoción, que siente este grupo de personas con las campanas. Nos lo enseñaron todo e incluso nos afirmaron que éramos unos privilegiados porque durante esos toques no consienten que haya gente en el campanario ya nosotros en cambio sí. 









































       Otra gran sorpresa que nos llevamos fue que también había mujeres campaneras e incluso gente muy joven. 







































 

      Al finalizar el toque nos despedimos de ellos, los que tuvieron el detalle invitarnos a comer con ellos, pero como ya lo teníamos todo planificado lo dejamos para otra ocasión, también se ofrecieron voluntarios para venir a ayudarnos nos para realizar toques a mano aquí en Castalla, lo que a mi entender es muy de agradecer. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario